1. Aprobar sus actividades y respetar su elección.
El vínculo entre un niño y su madre y su padre es muy fuerte. Cualquier éxito debe notarse. El apoyo servirá como apoyo confiable en la formación de la motivación. El niño sentirá que no se queda solo con el problema que le ha surgido.
Es importante escuchar y escuchar a su hijo, comprender sus sueños, sus prioridades y respetar su elección. Puede que se equivoque, pero es su decisión. Desde la infancia, una persona debe desarrollar la comprensión de que sus acciones y éxitos son notados y recompensados con atención. Obtener un resultado agradable trae satisfacción moral o incluso material.
2. Celebre los aspectos positivos de todo lo que haga.
Si el niño no logra el resultado esperado, vale la pena señalar los aspectos positivos del proceso: estarán ahí de todos modos. Intenta transmitir la idea de que no sólo es importante el resultado, sino también el proceso.
3. Deja la victoria al niño
Tenga en cuenta que en el proceso de consecución de una meta, los momentos más importantes son los últimos, cuando el propio niño llega al punto final con pequeños pasos. Ayúdalo, pero mantén el trofeo emocional de la victoria para él.